Mateo 6:5-15
5 Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
6 Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
7 Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes á ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9 Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 Danos hoy nuestro pan cotidiano.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial.
¿Qué les llama la atención del texto?
- Pedimos perdón, pero ese perdón está íntimamente ligado a que debemos perdonar a los demás.
- El perdón es un mandato.
Algunos dichos que comúnmente se escuchan sobre el perdón:
- Yo perdono pero no olvido.
- Yo perdono pero si hace tal cosa.
- Lo puedo perdonar pero solo una parte.
- Lo que me hizo es muy grave como para perdonar.
¿Podemos pensar que las frases anteriores muestran un verdadero perdón?
Perdonar es la acción de liberar a alguien de una obligación, que es resultado de una mala acción que nos perjudicó.
Cuando perdonamos algo se nos arranca, algo se elimina de nosotros. Dejamos que algo que se vaya.
Hay tres elementos involucrados en el perdón:
- La deuda.
- La herida.
- La cancelación.
Para cancelar la ofensa, la herida debe sanar, y ello se logra reconociendo la deuda.
¿Por qué dentro de la comunidad de fe es importante el perdón?
- Para tener una mejor convivencia.
- Porque al perdonarnos, estaremos sanos y es la mejor manera de impactar a aquellos que están afuera de la iglesia.
Si no somos conscientes del perdón que hemos recibido,
se nos dificultará perdonar a otros.
No olvidemos que la reconciliación es diferente de la reconciliación. Podemos perdonar a alguien, pero si ella sigue causándonos el mismo daño no será posible la reconciliación. La reconciliación solo es posible cuando la otra persona reconoce su falta y nos pide perdón, de esta manera puede generar confianza otra vez.
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